Cultural Cordón acoge la exposición ‘Japón. El pincel y la espada’, una ventana abierta a la cultura nipona

La muestra está compuesta por más de 204 piezas procedentes de la colección de Pietro Gobbi, que comprenden estampas xilográficas, pinturas sobre seda y objetos rituales y cotidianos de los períodos Edo (1615-1868) y Meiji (1868-1912)

La selección de obras permite acercarse a temas como el teatro la figura femenina, la omnipresente naturaleza, las historias y leyendas de guerreros y samuráis, la mitología, el shintoísmo y el zen

[20/02/2014]

Noticia

La sala de exposiciones de la Casa del Cordón acoge desde hoy y hasta el próximo 4 de mayo la muestra Japón. El pincel y la espada. Arte honor y sensibilidad en la colección Pietro Gobbi, una invitación a conocer la sociedad nipona y su concepto de la creación artística.

La muestra, motivada por el cuarto centenario de la primera embajada Keicho llegada a España, está compuesta por más de 204 piezas procedentes de la colección de Pietro Gobbi, que comprenden estampas xilográficas de diversas técnicas, formatos y funciones, pinturas kakemono sobre seda, objetos rituales y objetos cotidianos de los períodos Edo (1615-1868) y Meiji (1868-1912), además de una selección de 32 fotografías coloreadas de finales del siglo XIX.

Entre los autores destacan varios de los nombres imprescindibles del arte japonés, cuya influencia en occidente continúa hoy vigente, como Hokusai, Utamaro, Kunisada o Hiroshige.

La selección de obras permite acercarse a muchos de los temas preferidos por el arte de Japón: desde el teatro n? y kabuki, la figura femenina, la omnipresente naturaleza, las historias y leyendas de guerreros y samuráis, la mitología, el sintoísmo y el zen.

La muestra aborda la complejidad cultural japonesa sin pretender condensarla. Fundación Caja de Burgos ha realizado un esfuerzo didáctico por explicar terminologías, técnicas y particularidades del arte japonés, y a la vez ha mantenido el rigor de las nomenclaturas originales para las diferentes tipologías artísticas, formatos y títulos.

Concepto expositivo. La idea de Japón. El pincel y la espada surge del deseo de armonizar dos conceptos que a nuestros ojos occidentales pudieran resultar contrapuestos y que han sustentado en gran medida esta compleja civilización: el camino del arte y el camino de las armas. Ambos mundos comparten un mismo impulso, puesto que para subsistir necesitan respirar el oxígeno de la vida que se halla fuera de sus límites.

La exposición no ofrece una separación temática al uso (pintura o xilografía, cerámica, escultura, artes populares…), sino que se han delimitado dos grandes áreas que comparten a la vez un mismo espíritu: la sensibilidad estética por un lado y la moral de la apariencia y su vigoroso relato en el camino del honor, por otro. Samuráis y geishas, naturaleza y cultura urbana, refinamiento y sencillez, popularidad y distinción; hombres y mujeres celebrados por un arte profundo que sobrepasó las distinciones entre cultura para las elites y cultura para el pueblo.

Pintura para el pueblo, pintura para todos. Esta forma de entender el arte, y en suma de concebir la sociedad, cristaliza en Japón durante el período Edo (1615-1868). Es un largo momento de paz y estabilidad social que produjo una cultura urbana, audaz y original, y una producción artística enormemente plural, que tuvo sus epicentros en las ciudades de Kioto, Osaka y Edo. Esta última ciudad se erigió en la capital del arte nuevo, en gran medida gracias a la estampa xilográfica polícroma.

La xilografía se convirtió en omnipresente en el Edo de mediados del siglo XVIII. Las estampas podían ser producidas de una forma barata y llegar así a todos los rincones, con lo que el consumo de arte en Japón alcanzó niveles desconocidos en cualquier otro lugar del mundo. Estas estampas son conocidas popularmente como ukiyo-e, literalmente "imágenes, o pinturas, del mundo flotante".

Ukiyo-e. Estampas del mundo flotante. Las estampas fueron el reflejo de una cultura vibrante que tuvo en los barrios de placer y en el teatro una alternativa a la cultura oficial. Representaba a las mujeres conforme a los cánones de belleza femenina, retrataba a los actores caracterizados en sus papeles más admirados por el público o reconstruía los episodios más celebrados de las historias y leyendas protagonizadas por los samuráis.

No obstante, y pese a su aparente simplicidad, los artistas del ukiyo-e urdieron una compleja estética en la que la distancia entre lo que se ve y su oculto significado real solo podía ser captado por el espectador más avisado.

Los ukiyo-e se caracterizan por una serie de rasgos definidos: empleo del trazo lineal, carente de sombreados y esfumados como es propio de la pintura esencial de la escuela zen; uso del espacio con soluciones gráficas "modernas", como cortes drásticos y posiciones diagonales de las figuras; disposición del color por la totalidad del cuadro sin difuminar, pero sí con diferentes grados de intensidad y recurso consciente al relieve que permiten las técnicas de grabado a la madera, para enfatizar los distintos elementos de la obra. No es, ni quiere ser por tanto, un arte realista.

EL PINCEL Y LA ESPADA: RECORRIDO EXPOSITIVO

Los lugares del Japón Mapas de Edo y su bahía, matrices xilográficas para componer los ukiyo-e, junto con estampas y objetos que nos permiten introducirnos de manera didáctica en los principales asuntos que encontraremos desarrollados a lo largo de la exposición.

Sensibilidad y belleza. Bijinga [pintura de mujeres bellas] La idea de belleza, sublimada a través de la naturaleza y el paisaje, se ensancha en los ukiyo-e con la mujer como protagonista. Incluye una selección de vestimentas y accesorios femeninos: kimonos, netsukes, abanicos o utensilios para fumar aproximan al espectador hasta ese mundo de exquisitez.

Shunga. Imágenes de primavera Por su explícita temática erótica, estas estampas se convirtieron en uno de los argumentos más populares del período Edo. Pese a las numerosas regulaciones y censuras, las imágenes shunga pervivieron con enorme fortuna hasta su total prohibición en 1907.

El teatro en la estampa ukiyo El teatro fue uno de los espectáculos más apreciados por los ciudadanos del periodo Edo. La puesta en escena era de gran riqueza, con decorados donde destacaba la composición cromática, vestidos de lujo y maquillaje de tono simbólico. Todo ello resultó fuente de inspiración para los grabadores de ukiyo-e, que contribuyeron a aumentar la fama de los actores y la popularidad del género.

El camino del honor Este apartado nos sitúa ante algunos de los grandes nombres del arte japonés. No solo sobresalen los de sus grandes artistas del grabado (como Hokusai, Utagawa Toyokuni, Kuniyoshi o Hiroshige And?) sino que a través de sus obras nos asomamos a las proezas de personajes legendarios. Se exhiben además algunos enseres tan significativos como una completa armadura, espadas, aljabas para flechas, sillas de montar y estribos.

Paisaje natural. Paisaje humano El pincel y la espada refleja en esta sección la estrecha relación de la cultura japonesa con la naturaleza. El arte japonés muestra una exquisita sensibilidad ante la belleza del mundo natural y un sentimiento profundo de identificación e interrelación del hombre con su entorno.

La fotografía en Japón a finales del siglo XIX Como colofón la exposición muestra un conjunto de treinta y dos fotografías coloreadas de finales del siglo XIX que constituyen, en sí mismo un verdadero tesoro. Estas fotografías fueron, de algún modo la evolución natural de los ukiyo-e. La estampación se sustituyó por las nuevas técnicas de revelado y la policromía de los antiguos grabados imitada por la mano de expertos pintores que aplicaban el color a mano.


bullet Más información: www.culturalcajadeburgos.com




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