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El CAB abre un nuevo ciclo expositivo con las propuestas de Miki Leal, Laura Lio y Fernando Renes

Las exposiciones estarán abiertas hasta el próximo 26 de mayo en el centro de arte contemporáneo de la Fundación Caja de Burgos

[08/02/2019]

El Centro de Arte Caja de Burgos CAB inaugura hoy sus tres nuevas propuestas artísticas, concebidas, respectivamente por Miki Leal, Laura Lio y Fernando Renes, y que permanecerán abiertas al público hasta el próximo 26 de mayo.

En el nuevo ciclo expositivo del CAB confluyen el dandismo sensual y camp de Miki Leal, la original fusión de cartografía y anatomía de Laura Lio y la cerámica bizarra y provocadora de Fernando Renes.

Miki Leal: Mariposas y cocodrilos. Ensayo para una pieza camp. Desde que en 1670 Richard Lassels acuñara el término Grand Tour en su obra El voyage d'Italie y hasta la irrupción del ferrocarril y del turismo llegado de su mano a comienzos del siglo XIX, el viaje por Italia supuso una suerte de viaje iniciático para los jóvenes aristócratas y para los artistas y literatos europeos. Pese a su enunciado francés, fue curiosamente más popular entre la clase media y alta británica, quienes la entendieron como una fuente de conocimiento esencial, indispensable en su formación. El encuentro con el arte clásico, la glorificación del renacimiento (y el desdén por el barroco) se verificaban en un recorrido que comprendía Florencia, Roma y Pompeya y se dilataba por Turín, Milán y Venecia.

El proyecto expositivo que Miki Leal (Sevilla, 1974) presenta en el CAB revisita y reúne sus últimos trabajos a partir de la lectura, en clave pictórica, de la ciudad de Roma y de su pasado clásico. Contemplada desde el prisma del Grand Tour, por la pintura de Leal asoma el dandismo (entendido desde el ideal de perfección absoluta en los hábitos y comportamientos sociales y cohonestado temporal y espacialmente con la experiencia del Grand Tour). Las referencias a Stendhal, Lord Byron, George Brummel u Oscar Wilde trufan la pintura de Miki Leal con elocuentes citas a "las vistas de Roma, ejecutadas en gran formato, donde se integran los signos del pasado con la actualización del presente", en palabras de Alberto Martín, quien ha comisariado esta exposición para el CAB.

Pero el trabajo de Miki Leal reflexiona también sobre el propio acto de pintar, sobre la disputa entre actos y gestos, sobre el combate entre la representación de la cultura y sus símbolos con frecuencia velados, solo accesibles para unos cuantos iniciados. Un pugilato que el artista acota en un terreno de juego cerrado, de normas precisas y movimientos calculados, un "sport", como refería la literatura de principios del siglo XX, deudor del dandismo en los duelos que se libran a cada lado de la pista. El tenis como metáfora vital y como recurso formal. "Los mármoles de las iglesias romanas se convierten en el firme de utópicas pistas de tenis, la pista del Foro Itálico reúne la geometría del terreno de juego con la elegancia y precisión de la escultura clásica, una pista de tenis es el escenario que permite reunir en un mismo espacio signos culturales tan distantes como Goethe y John Cheever…", nos dice Alberto Martín.

Mariposas y cocodrilos, el título enunciativo de la exposición alude al tenis y a sus variantes estilísticas, tal y como fuera definido por el influyente crítico de cine francés Serge Daney: solo hay dos formas de encarar la partida (y la vida, y el arte) desde la red (las mariposas) o desde el fondo (los cocodrilos).

Tampoco es casual la referencia (expresiva y visual) a la indumentaria, hasta no hace demasiado indefectiblemente dandi, subvertida hoy por los logos y las marcas globales. En "Notas sobre lo camp" Susan Sontag escribió: "la esencia de lo camp es el amor a lo no natural: al artificio y la exageración. […] una sensibilidad que convierte lo serio en frívolo". Lo camp como trasunto contemporáneo del dandismo explicitado en la obra de Miki Leal en el gusto por la sensualidad, por el estilo, por las citas cultas al cine, a la ópera o al vestido; por prestar el mismo interés a la música popular que a la literatura o al deporte; por elevar a categoría estética la imitación y la originalidad, la teatralidad y la ingenuidad. Como dejó escrito Óscar Wilde, "la naturalidad es una pose difícil de mantener".

Sobre Miki Leal Miki Leal es uno de los principales representantes de la pintura española actual. Desde el inicio de su trayectoria, justamente en el arranque de siglo, su obra se sitúa con claridad en las coordenadas que definen el movimiento de renovación de la pintura figurativa que tuvo lugar en aquellos años: la ironía y la distancia respecto a las convenciones y los ismos de la pintura, la frecuentación y revisión de géneros en desuso o depreciados, la afirmación del placer visual sin coartadas, y especialmente la presencia de una fértil y heterogénea iconografía de procedencia múltiple, que recorre un amplio abanico que va desde la propia historia de la pintura, hasta los medios de masas, y en su caso transita también de un modo destacado por sus propias mitologías personales.

Si hubiera que buscar un elemento que apareciera como una constante, casi como un substrato, a lo largo de su trayectoria, y que al mismo tiempo diera referencia de las estrategias puestas en juego en su práctica pictórica, se podría apelar a una actualización del dandismo. Dandismo como actitud donde confluyen la armonía, la sorpresa, el anacronismo productivo, el artificio, el diálogo presente-pasado, el efecto y la sutileza, pero también la elegancia de la precisión. Una forma de mirar y de representar, la obra entendida, en definitiva, como el producto de una observación apasionada.

Laura Lio: Dibujos a la espalda de tus ojos. Una gran parte del trabajo reconocido de Laura Lio (Buenos Aires, Argentina, 1967) ha girado en torno a la escultura. Formas airosas con un cierto punto de inestabilidad que las confiere un aspecto entre delicado y dinámico, casi danzante. Construidas con materiales aparentemente frágiles, con las que crea tramas de puntos y líneas entrelazadas, evocaba la autora columnas torsas, helicoides ascendentes y cimbreantes a mitad de camino entre lo orgánico y lo atmosférico. De manera simultánea Laura Lio lleva varias décadas investigando sobre el dibujo y sobrepasando su aparente bidimensionalidad. No solo porque algunos de estos dibujos se comportan como embriones de estructuras escultóricas, sino porque sugieren, tanto en su contenido como en su forma, volúmenes y espacios ocupados. Superficies que se despliegan e invaden territorios imprevistos en la tradición representativa sobre papel se multiplican, convertidos en palabras y signos gráficos; o transformados en huellas de acciones físicas (por tanto, realizadas en un marco temporal limitado), con los que la artista altera la prevista vida efímera de cualquier acción performativa.

El proyecto que presenta Laura Lio en el CAB envuelve el espacio del nivel -1 en una segunda piel con tres series de dibujos. En ellos la artista investiga sobre la representación de los límites del cuerpo y su conversión en una nueva topografía, tan cierta como ilusoria. Una geografía anatómica superpuesta, con sus pliegues, arrugas, protuberancias, órganos y extremidades, al atlas terrestre. "Los lugares de dentro, los lugares de fuera; partes de uno en el otro; el cuerpo como unidad de sentido, como unidad de medida, a partir de la cual dimensionar el mundo", nos dice Laura Lio sobre su trabajo en la serie que ha titulado "Cartografías", creado durante 2018 específicamente para su presentación en el CAB. "Cartografías son en rigor pequeños cuerpos tridimensionales intervenidos, una suerte de collage escénico en el que se mezclan tanto la manipulación del objeto como los diferentes procesos con los que se ha constituido la obra (dibujo, fotografía, escultura…).

En otro de los ciclos, que lleva por título "Time inside the tree", la artista juega con el equívoco entre las formas naturales y su representación formal. Las analogías entres las curvas de nivel, la topografía y el aspecto real que presenta un árbol al ser cercenado, se refuerzan con la provocación intencionada con que Laura Lio incluye imposibles elementos en la médula de los troncos. El tercero de los grupos con que Laura Lio ha trazado su exposición se resuelve mediante una instalación compuesta con dibujos sobre partituras musicales. "Wings on musical scores" alude de nuevo al mapa, a la cartografía y al territorio, ahora como el lugar donde se anota el silencio multiplicado por las enormes alas, concebidas estas como los contrapuntos sonoros de la composición.

Quizá uno de los mayores atractivos de la exposición que presenta Laura Lio en el CAB lo constituyan sus hermosos libros de artista. Piezas únicas, realizadas varias de ellas para este proyecto que presentamos, y a mitad de camino entre la escultura y la apropiación del objeto, procuran un descubrimiento sutil, sin olvidar el asombro y la sorpresa. "El sistema nervioso del mundo; los Andes como columna vertebral; el idioma enraizado en el paisaje, la raíz de la palabra fluyente por el cuerpo del lenguaje; el titán Atlas llevando el mundo a cuestas" son algunas de las frases que nuestra autora ha escrito al hilo de la elaboración de cada uno de estos libros. Cartografía, mapa y cuerpo como territorio de investigación y de contraposición a todo límite, a todo cálculo, a todo obstáculo, a toda conjetura.

Sobre Laura Lio Una gran parte del trabajo reconocido de Laura Su obra escultórica utiliza materiales como ratán, esparto, bambú, y otras fibras vegetales. O hilo y algodón. Frecuentemente bañados en cera o escayola, su apariencia es siempre de fragilidad y ligereza. Ha convertido algunas formas en signos distintivos de su trabajo, como el nido, el ala o los diversos perfiles de las hojas. También ha desarrollado una innovadora obra en papel, como dibujante y grabadora.

Su esculturas y dibujos se encuentran en colecciones públicas y privadas tales como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, Museo del Patio Herreriano, Valladolid, Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid, Congreso de Diputados, Madrid, Colección de Arte Contemporáneo Unión Fenosa, Biblioteca Nacional, Gabinete de Estampas, Madrid, Ministerio de Cultura, Colegio de España en París, Caja Madrid, Obra Cultural, Fundación Endesa, Madrid, Museo de Teruel, Teruel, Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes, Roma, y la Colección Circa XX, entre otras.

Fernando Renes: Chocobalto. En los últimos años venimos asistiendo a un muy interesante ejercicio de recuperación de la cerámica como uno de los soportes que mayor libertad expresiva permite. Su conexión atemporal con la tradición, la relación de intimidad que se establece entre el creador y la materia, las propias cualidades del material (flexibilidad en el modelado, técnica y ciencia en la cocción y en la aplicación de pigmentos, estabilidad funcional en el acabado último y la certeza de que el resultado final no deja de ser aventurado) la han convertido en un nuevo territorio de experimentación contemporánea. Por su relación histórica con la pintura, no es extraño que hoy sean también algunos de sus principales protagonistas, cuando por costumbre parecía un ámbito vedado solo a los artistas tridimensionales.

Creadores como Ursh Fischer, Mike Kelley, Rosemarie Tockel, Rebecca Warren, Peter Fischli & David Weiss y muy especialmente Grayson Perry -galardonado con el Premio Turner en 2033- han situado la cerámica en el primer plano del arte internacional. En nuestro país Pere Noguera, Jordi Mitjá, Teresa Solar Abboud, June Crespo, Miki Leal, el arandino Diego Delas y Fernando Renes pueden ser considerados algunos de los nombres esenciales en este renacer.

La pintura mordaz e irónica que ha caracterizado desde sus inicios el trabajo de Fernando Renes ha encontrado en la cerámica, en los últimos años, una nueva vía de locución. Si el dibujo de Renes, a mitad de camino entre el expresionismo más rabioso y la estampa popular moderna, ha sido siempre esencial en la construcción de su obra, es en la cerámica donde quizá ha encontrado el vehículo formal que ha permitido al artista dar rienda suelta a muchas de sus obsesiones. Con la cerámica Renes ha experimentado tanto con la manipulación de objetos fácilmente reconocibles y cotidianos -relacionados con la tradición alfarera, que el artista transforma sencillamente mediante la inclusión de palabras y textos- como sobre el material en sí, entendido como un soporte válido y virtuoso, con el que multiplicar el efecto provocador y bizarrro que acompaña su obra.

En este sentido es indispensable mencionar el paso de Renes por Genalguacil, el pueblo malagueño donde se desarrolla el festival Arte Vivo, y en el que intervino en 2017 fachadas y rincones, en un ejercicio de traslación al exterior de imágenes y frases sugeridas y aportadas por los propios vecinos. Con cerámicas estables unas, pequeños murales otras, efímeras instalaciones en ocasiones, Renes utilizó los muros del pueblo como escenario y como soporte, pero sobre todo como un ejercicio de participación pública y colectiva.

Ahora en el CAB Renes presenta la más radical de las propuestas realizadas por el artista hasta el momento. Un zócalo completo situado hasta la imaginaria línea que delimita tradicionalmente la altura de los ojos. Un horizonte vacío bajo el cual se instala un interminable mosaico que circunda por completo el perímetro de la sala. Dibujados casi en exclusiva con dos pigmentos (el óxido de cobalto y óxidos tierras) a los que alude de manera lúdica el título de Chocobalto, los miles de azulejos que ha trazado, cocido e instalado crean una envoltura brillante, un alicatado de aspecto solvente, en la que Renes invierte la función tradicional de este recubrimiento y lo transmuta en un mural de enorme fuerza plástica. El artista ha querido también que el público, teórico espectador de la exposición, fuera parte activa del proceso en una de sus fases germinales desarrollada en el propio centro y que, el resultado, se incorporara a la obra final.

Chocobalto se inunda con las ilustraciones, rasgos y motivos que han hecho del trabajo de Renes uno de los más reconocidos de nuestra comunidad por su cercanía a la cultura popular de masas. Las referencias transgresoras a la iconografía infantil, a la memoria colectiva asentada sobre imágenes poco o nada elevadas, cuando no despreocupadamente aculturales, se ven sobrepasadas por un elocuente aparato crítico, muchas veces meramente textual. Con la palabra, con frases certeras y calculadas, subvierte la aparente inocencia de la imagen y pone a prueba la propia destreza del espectador para desentrañar el contenido de una obra que, además, no está exenta en ocasiones de grandes dosis de humor.

Sobre Fernando Renes La práctica artística de Fernando Renes (Covarrubias, Burgos, 1970) en los 90, con el dibujo y la animación como medios principales. Cuando en 2014 regresó a España, después de 17 años viviendo en Nueva York y Roma, comenzó a trabajar la cerámica, dando un soporte tridimensional y vernacular a sus piezas.

Ha expuesto en La Casa Encendida (Madrid), DA2 (Salamanca), CAM Raleigh (Carolina del Norte), Mucsarnok Kunsthalle (Budapest), Instituto Cultural Cabañas (Guadalajara, México), Centro de arte Caja de Burgos CAB (Burgos), TRANS.area (Nueva York), CentroCentro (Madrid) y MAC Genalguacil (Málaga.

Su trabajo forma parte de las colecciones de la Fundación Botín (Santander), Museo de arte contemporáneo de Castilla y León MUSAC (León), Centre dart La Panera (Lleida) o Queens Museum of Art (Nueva York).

También aparece en publicaciones como 100 artistas españoles (EXIT, 2008), o Vitamin D, New Perspectives in Drawing (Phaidon, 2005).

bullet Más información: www.cajadeburgos.com





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