Ni para todos ni para siempre

Sobre el documental

Teléfonos móviles, ordenadores, electrodomésticos… Todos contienen metales valiosos que pueden recuperarse y reciclarse una y otra vez, con un gran ahorro de energía. Cuando fundimos hierro, aluminio o cobre, les damos una nueva vida.

Hoy existe una forma diferente de minería: la minería urbana. No se encuentra bajo tierra, sino en vertederos, chatarrerías y plantas de tratamiento de residuos electrónicos. Es ahí donde se acumula la basura tecnológica: la que más crece, la más codiciada por el tráfico ilegal de residuos… y también la más difícil de reciclar.

Un solo móvil puede contener más de 50 elementos de la tabla periódica. Algunos, como el indio, son rarísimos: se producen menos de 800 toneladas al año para abastecer a miles de millones de dispositivos. También hay tántalo, tierras raras y hasta metales preciosos como el oro. De hecho, hoy hay más oro en la electrónica que en la joyería… pero se está perdiendo.

Cada vez que tiramos un teléfono o un ordenador, estamos derrochando el capital mineral del planeta.

Los recursos no son infinitos. Los minerales no se regeneran.
Antes o después, serán caros, escasos… o simplemente, inaccesibles.
Por eso, tenemos que aprender a vivir de lo que ya tenemos.

Porque los recursos no serán ni para todos… ni para siempre.