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12-05-2025

Entrevista | Javier Ajenjo: “En la vida sólo progresamos si aprendemos a fracasar”

El fundador de Sonorama, Javier Ajenjo, protagoniza las Jornadas de Animación al Emprendimiento del programa Planea Emprendedores celebradas en Burgos y Aranda de Duero. Ante más de 400 escolares, el promotor cultural comparte algunos consejos que le han servido para posicionar a Sonorama Ribera entre las grandes citas nacionales relacionadas con la música. El festival Sonorama hacer vibrar, cada mes de agosto, a más de 140.000 personas en Aranda de Duero (Burgos); y lo más importante, sin querer imitar a ningún otro festival.

El fundado del Festival Sonorama Ribera, Javier Ajenjo
CRISTINA ULLOA

Incansable, perfeccionista, apasionado. Comenta Javier Ajenjo en esta entrevista que una de sus principales habilidades es saber multiplicar el talento de las personas. Y pone un símil. Al igual que las antiguas telefonistas conectaban un cable con otro para que las personas se comunicaran, el fundador de Sonorama Ribera tiene la capacidad de unir un talento con otro, en equipos diversos, hasta lograr esa explosión, controlada, de capacidades y creatividad que requiere cualquier proyecto cultural. El fundador de Sonorama guarda brillantes reflexiones sobre emprendimiento, sólo hay que darle tiempo. Con voz pausada comparte su experiencia alguien que ha dedicado 28 años a posicionar Sonorama Ribera como uno de los festivales de música de referencia. Que ha puesto a Aranda de Duero en el mapa como destino cultural de primer orden. Sin duda, merece la pena prestarle atención.
Su filosofía de vida pasa por «escuchar, escuchar mucho» y despenalizar el fracaso y las equivocaciones: “En los Juegos Olímpicos del Emprendimiento hemos ganado todas las medallas. Pero estamos orgullosos de ello, porque, quién se equivoca es aquel que toma decisiones y asume responsabilidades».
El emprendedor, en algún momento de la conversación, confesará que lo más valioso del festival es el equipo que hay detrás: «No tengo la sensación de ser imprescindible. Lo más increíble que hemos conseguido es tener un equipo donde nos apoyamos unos a otros, que cada día es mejor (..) Hablar, entenderse, ceder. razonar, aprender… es el único camino del éxito. Pero no sólo aplicado al mundo de los negocios o a un festival; es una fórmula que también mejora el resto de facetas de la vida»
Ajenjo aboga por tomar ciertos riesgos y practicar la disidencia. «Vivimos un poco en el temor, del que te digan ‘Si te desvías de aquí, está el vacío’. Y que va, ni mucho menos; puede ser un camino más difícil o más fácil, pero es un camino válido porque es el tuyo»

PREGUNTA.- En esta ocasión te subes al escenario para hablar de emprendimiento, ¿qué te gustaría que se llevaran los escolares sobre tu charla?

RESPUESTA: Sinceramente, no sé si han escogido a la persona adecuada para hablar a centenares de chavales de emprendimiento; pero si algo puedo aportar es de tener cierta experiencia en el intento.

Fíjate, emprender es empezar un camino. Cuando empiezas un camino intentas de alguna manera que los tropiezos sean los menos posible, pero, son absolutamente necesarios.

El éxito del emprendimiento reside en el intento. JAVIER AJENJO

El éxito de un emprendimiento reside en el intento, no en la meta ni en alcanzar unos objetivos que, obviamente, son importantes. Está claro que detrás de un proyecto buscamos estabilidad económica, pagar las facturas, este tipo de cosas son importantes. Pero creo que la forma de llegar ahí está en el intento, saber aprender de los tropiezos, en la pasión….

PREGUNTA.- Eres un firme defensor de la despenalización del error como vía de aprendizaje, ¿es así?

RESPUESTA: La gente teme el error. Teme al fracaso, pero es algo inherente, no sólo aplicado a un negocio, sino también a cualquier relación personal.

En la vida progresamos, vivimos aprendiendo a fracasar; por eso pienso que los tropiezos, los fracasos deberían vivirse como algo natural.

Vivimos en un país donde se penaliza por igual el éxito y el fracaso. Al que fracasa, no se le dan oportunidades, digamos que queda estigmatizado para siempre. Y el éxito está penalizado también porque piensan que robas o que no te lo has ganado. La envidia también es un deporte nacional importante.

PREGUNTA.- ¿Podemos decir que Sonorama es Sonorama gracias a todos los fracasos cosechados en las últimas dos décadas?

RESPUESTA: Yo siempre digo que somos unos campeones de oro, plata, bronce y plomo de equivocarnos. En los ‘Juegos Olímpicos del Emprendimiento’ hemos ganado todas las medallas. Pero estamos orgullosos de ello, porque, quien se equivoca es aquel que toma decisiones y asume responsabilidades.

Equivocarse es algo sano, siempre y cuando sirva para para aprender. Me encanta esa mentalidad de “yo siempre gano; porque gano o aprendo”

PREGUNTA.- ¿Dónde piensas que arranca la mala prensa del error? ¿cómo recuerdas tu etapa escolar en este aspecto?

RESPUESTA: Partimos de la base que tenemos un sistema educativo basado en una puntuación. Si tú no eres capaz de superar un 5 en un examen, has fracasado. Y eso no quiere decir que no te hayas esforzado. Todos tenemos diferentes capacidades.

Tenemos un sistema educativo basado en una puntuación. Si tú no eres capaz de superar un 5 en un examen, has fracasado. Y eso no quiere decir que no te hayas esforzado. Todos tenemos diferentes capacidades. JAVIER AJENJO

Hay sistemas educativos en otros países que se basan en el trabajo en equipo, en la colaboración, en la realización de proyectos, en tratar de descubrir tus talentos, lo que quieres ser…que son más parecidos a lo que luego te encuentras en la vida real.  No creo en aplicar un baremo idéntico para todos los niños y niñas. Creo en la capacidad de los docentes de potenciar habilidades, no de penalizar el error; y ojo, que pienso que los profesores hacen un trabajo muy meritorio en la sociedad,  y bastante complicado.

PREGUNTA.- La resiliencia es prima hermana del fracaso. ¿Cómo ves esta relación?

RESPUESTA: Vivimos en un mundo bastante conformista; hay mucha gente que se conforma con un salario en una fábrica y no quiere más. Me encanta mi país pero no creo que estemos muy orientados a la cultura del esfuerzo.

PREGUNTA.- ¿Del esfuerzo, o de salirse del carril? Porque en las fábricas también la gente se deja la piel…

RESPUESTA.- ¡Exacto! Quizás sea más apropiado decir que nos falta la capacidad de cambiar de esquema mental, de atrevernos a innovar. Te marcan unas líneas y hay miedo de salirse de ahí. Vivimos un poco en el temor, del que te digan “Si te desvías de aquí, está el vacío”. Y que va, ni mucho menos; puede ser un camino más difícil o más fácil, pero es un camino válido porque es el tuyo.

En la vida, en los proyectos que emprendes tiene que haber cierta transgresión, respecto a lo común y respecto a lo establecido. Con control y respeto pero hay que alimentar la rebeldía.  Muchas veces andamos por la vida bastante encorsetados y hay que asumir ciertos riesgos.

Y con esto, vuelvo al principio de la entrevista, porque considero que es absolutamente necesario insistir que el fracaso es no intentarlo. El fracaso no es el final. Cuando tú quieres hacer algo y no lo intentas, es lo peor que puedes hacer por siempre te quedará ahí ese claro. Siempre vas a estar pensando. ¿Pero por qué no lo hice?

El fundador de Sonorama Ribera, Javier Ajenjo, durante su charla sobre emprendimiento organizada por Fundación Caja de Burgos
El fundador de Sonorama Ribera, Javier Ajenjo, durante su charla sobre emprendimiento organizada por Fundación Caja de Burgos

PREGUNTA.- Como fundador de Sonorama, ¿cuáles son los aciertos que piensas que habéis tenido?

RESPUESTA: Escuchar, escuchar mucho. Crear un gran equipo, ser capaz de involucrarle en el proyecto.

En las charlas también intentaré compartir la importancia de la pasión, del esfuerzo, de escuchar mucho a la gente que tiene experiencia y de la que se puede aprender. Y escuchar también al público que viene – a los clientes- , que es el que te dice no y el que te guía muchas veces diciéndote lo que necesitan, lo que esperan de ti, lo que quieren de un festival.

Pero escuchar está arriba de todo. En este sentido, te pongo un ejemplo: imagina a una telefonista que va conectando cables con el fin de conectar una gente con otra.

A nivel personal, creo que una de mis mayores capacidades es la de darme de saber cuál es el mejor sitio donde las personas pueden desarrollar su mayor potencial.

PREGUNTA.- ¿Algún antídoto para que el éxito no se suba a la cabeza?

RESPUESTA: Tiene que haber un cable a tierra continuo; saber de dónde vienes, dónde nos ha tocado nacer y vivir. Para nosotros no sido fácil. Tener presente cómo has llegado hasta dónde estás. Volver la vista atrás, con humildad, es sano.

Nosotros no nos olvidarnos nunca de aquel primer año, en el que abrimos las puertas, y no entraba nadie, aunque les invitáramos a pasar. Y ahora vienen 145.000 personas.

El emprendedor tiene que tener un cable a tierra continuo; siempre hay que recordar de dónde vienes, cómo fueron tus inicios, cómo empezaste.. Volver la vista atrás, con humildad, siempre es sano. JAVIER AJENJO

PREGUNTA.- ¿Cómo conservas esa dosis de pasión después de veintitantos años de relación con Sonorama? Porque imagino que, como emprendedor, se te habrá pasado por la cabeza muchas veces  tirar la toalla…

RESPUESTA: Estos días, por ejemplo, estoy bastante cansado. Acabo de llegar de pasar dos meses, prácticamente, en Latinoamérica, con proyectos ahí, con Sonorama México, con la gira desde Bogotá…

Siento que tengo que tengo que relativizar un poco las cosas porque tengo tal cantidad de información… Pero al mismo tiempo, me siento como un niño pequeño en un festival de allí, donde todo es tan gigantesco. Sigo aprendiendo muchísimo.

Dentro de mí hay una motivación, que no viene nada por mí; viene dada por toda la gente que me rodea. Si no fuera por ellos sería complicado mantener la pasión después de 28 años. Al final resulta que, cuando flaqueo, tengo siempre a alguien a mi lado que  no me permitas flaquear.

Se van creando responsabilidades a mi alrededor que también tiene que ver con la gente. Cuando de alguna forma lideras un proyecto, la gente espera mucho de ti, y de alguna manera, no se debe fallar en el intento, tienes que intentar que esa implicación que has generado, se vea correspondida. Tu equipo debe sentir que estás a su lado, que estás tirando del carro, que cuando hace falta, te tienen.

Si no fuera así, ya no estaríamos. Mi motivación, y eso lo tengo muy claro, tiene muchísimo más que ver con la gente que me rodea que conmigo. Me encanta conocer a gente con buenas ideas. Tengo esa capacidad de asombrarme con muchas cosas: una foto, una conversación, una piedra en la calle…. Me parece que de todo, se puede aprender.

PREGUNTA.- Me parece que hablas de un liderazgo compartido. Tu equipo te motiva a seguir y remontar pero, al mismo tiempo, ellos te tienen como una referencia indiscutible

RESPUESTA: Si te soy sincero, no tengo la sensación de ser imprescindible.  Para nada, absolutamente para nada. Lo más increíble que hemos conseguido es tener un equipo donde nos apoyamos unos a otros, que cada día es mejor.

 Pasamos por dificultades, como tiene cualquier familia, porque al final es una convivencia y hay roces, tensiones; tenemos días buenos y otros malos, pero al final si hay amor, hay pasión y hay compromiso, si hay solidaridad y apoyo… todas las dificultades se superan.

Estoy absolutamente seguro de que es el único camino. Hablar, entenderse, ceder. razonar, aprender. Pero no sólo en un negocio, en un festival; esta fórmula funciona en casi todas las facetas de la vida.

Hablar, entenderse, ceder. razonar, aprender… es el único camino. Pero no sólo aplicado al mundo de los negocios o a un festival, sino que se aplica a casi todas las facetas de la vida. JAVIER AJENJO

Javier Ajenjo interactúa con los escolares durante su intervención en la Jornada de Animación al Emprendimiento de Burgos

PREGUNTA.- Lamentablemente, en la esfera política, a escala nacional e internacional, nos estamos quedando con menos referentes de personas que aboguen por el diálogo y el entendimiento…

RESPUESTA: Vivimos en un mundo cada vez más complejo donde es difícil de entender como 77 millones de personas en Estados Unidos pueden votar a un señor como Trump. Me pregunto cómo podemos tolerar que en el siglo XXI se produzcan cosas como las que están pasando en Ucrania, Gaza…. Vivimos en un mundo absolutamente condicionado por los intereses y esos intereses nos llevan a tener una visión muy alejada de lo que podría ser la sociedad.

Un mundo muchísimo mejor, en el que, con semejante cantidad de recursos, el rico podría seguir siendo casi tan rico, y el pobre, o las personas que tienen menos oportunidades en la vida, podrían vivir un poco mejor.

PREGUNTA.- Tras esta charla, corrígeme si me equivoco, me hago la idea de que Javier Ajenjo es una persona perfeccionista, sacrificada en el trabajo. Mi última pregunta es si, ese afán de  perfeccionismo te puede llegar a bloquear; si esa sobreinformación de la que hablábamos antes, te paraliza por momentos…. Y si es así, cómo lo superas.

RESPUESTA: Te voy a contestar:  yo dejé de escuchar música porque era incapaz de saber qué escuchar. Es normal. Vivimos en un mundo de sobreinformación absolutamente rápido, donde todo es fugaz.

Yo dejé de escuchar música porque era incapaz de saber qué escuchar. Es normal. Vivimos en un mundo de sobreinformación absolutamente rápido, donde todo es fugaz. JAVIER AJENJO

Yo formo parte de ese desastre. Tengo la sensación que, con 50 años, he vivido ya tres vidas.  Tengo avidez de conocer, de viajar, de probar, de descubrir. Pero, este ritmo tan voraz, nos impide tener la capacidad de seleccionar.  

Hacer tantas cosas a la vez, el recibir tanta información, hace que no la podamos percibir de una manera natural, no disfrutamos cuando deberíamos estar disfrutando. A veces no estamos presentes cuando alguien nos cuenta algo, o no estamos realmente entendiendo lo que nos quieren decir cuando leemos una propuesta…

PREGUNTA.- ¿Y cómo aterrizas de nuevo?

RESPUESTA: La gente, por fortuna, te hace aterrizar. Te cuento una anécdota.  Como he comentado al inicio de esta conversación, estoy en una fase de cansancio acumulado por la gira por Latinoamérica. Ayer, domingo, tenía una cita con un pequeño grupo a la que, en principio, no me apetecía ir.

Sin embargo, tras pasar tres horas o cuatro horas reunido con esta pequeña banda de La Rioja, formada por 5 chicos que conocí, casi de casualidad, sentí una reconexión brutal, una gran satisfacción.

En este tipo de encuentros, recuperas parte de ti; te identificas con esas sensaciones que, de alguna manera, el tiempo, los años de profesión… hace que pierdas por el camino.

Te das cuenta de que la gente espera mucho de ti, que agradecen tu tiempo, que el hecho de estar contigo, independientemente de si puedes colaborar o no con ello.

Creo que esa responsabilidad sí se puede cumplir, hay que cumplirla. Regulándola, porque ya con 50 años, las cosas no se ven igual que con 30; pero eso no quiere decir que no se pueda soñar y no se pueda creer y no se pueda luchar y no se pueda tener objetivos y no se puedan emprender proyectos. No tiene que ver con la edad , cosa que me tranquiliza, porque si no pensaría que me estoy haciendo mayor y no es así. Simplemente soy menos joven.

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